Hotel a unos 12 km del parking de Sextas, bien ubicado y en un pueblo bonito. Las habitaciones están bien pero creo que necesitan un mantenimiento de pintura y algunos elementos que están averiados o descolgados. El personal super amable, inmejorable. Recomendable 100%.

Hemos estado en este establecimiento en Junio. En este mes esta zona de Pirineos está bastante "muerta" ya que está en medio de la época de esquí y de veraneo. Quizás por eso las habitaciones se sentían un poco "frías" y haya menos atención a los pocos que allí estamos. La cafetería está cerrada, no se si en temporada alta abren. Tuvimos suerte de que en los dos restaurantes del pueblo (uno cierra lunes, otro martes) nos dieran de desayunar a las 9, lo que para hacer rutas de montaña es un poco tarde, pero es la única opción. Creo que para familias que van de descanso es ideal. Para senderistas como nosotros no tanto por esa falta de poder salir temprano del pueblo. Por lo demás limpio y amplio. Se fue la caldera y nos quedamos sin agua caliente... no se dieron cuenta hasta el día siguiente. Esto refuerza a idea de que en junio, no hay quien esté pendiente de estas cosas. Imagino que para el esquí está perfecto. Si volvemos con nuestro objetivo elegiremos otra ubicación donde sea posible gestionar rápido desayunos para grupos...

Amabilidad, buen servicio,. Apartamento bueno nuevo, muy cálido y además buenísima calefacción. Cama y menaje buenas

Relación calidad precio muy buena. El apartamento estaba limpio, cuidado y era amplio. Hemos tenido una muy buena estancia. Hay mucha tranquilidad salvo cuando se ponen a tocar en la primera planta la guitarra hasta las 2 de la mañana, eso si, la tocan bien y buenos temas, los cuales puedes escuchar desde la tercera planta.

Me ha sorprendido la verdad, lo reservé por la cercanía a Panticosa estación y el precio, y la verdad ha sido un descubrimiento. La ubicación es magnífica, un lugar súper tranquilo y con bonitas vistas. La habitación muy amplia, para lo que se estila por la zona, y aunque es funcional todo está muy nuevo y limpio. La cocina tiene el equipamiento que se espera de un apartahotel, es decir nevera, micro y una pequeña vitro. El menaje el justo para desayunar o cenar algo ligero. He visto reseñas negativas en las que se decía que el equipamiento no era suficiente, pero son fruto de la ignorancia: un apartahotel no es un apartamento y no es un sitio al que uno acuda pensando hacer paellas o cocidos, sus cocinitas no son para eso. Este concretamente tiene una cocina "más de verdad" que otros de mucha mayor categoría en los que me he alojado, pero no deja de ser la cocina de un apartahotel. Tienen un buen guarda esqui y el servicio de recepción fue adecuado. Sobre esto comentar que, a mí juicio, cuando se viaja hay que tener un poco de mente abierta y consideración hacia el carácter de los locales. La gente del pirineo aragonés, yo los conozco bien pues soy tambien aragonés, es gente reservada, serios y poco confianzudos, lo que no significa que no traten de ser amables, simplemente no esperes un trato como el que encontrarás en Cádiz o Alicante.